Biodanza y agua

Atrapando mis sueños ayer estuve en Clases de Bio-Danza con la maestra Alejandra Duin y un variado grupo de hermosas mujeres, danzando con el agua, para el agua, aguándonos y enamorándonos de la vida. 
 Mis pensamientos danzaban con mis hermanas, las presentes y las que están en mi corazón. 
 A lo lejos se escucharon los sonidos de mi vecindario ardiente…

En el momento, entregada a la danza,
 no tenía idea de lo poderosa que sería para mi la experiencia hoy, 
que en clases de higiene pesonal,
 bañando a mis niños, 
recibí el consejo de mis mayores para sanarme a mi, 
y a mis hermanas.

Me dijeron: “Cuidáte hijita, queréte mucho, 
hacéte cariñitos, aprovechá el agua, 
recordá que “el agua cambia todo lo que toca”, 
si sentís tristeza, dolor, enojo, 
cansancio, flojera, desesperanza.. bañáte hijita”.

Así con calma,
 prendí una vela, 
puse música a todo volumen,
y me entregué al baño, me limpié bien, 
dejé correr el agua, 
canté al aguita, 
disfruté el momento 

 y… tenía razón mi abuela, cambió mi vibración y me sentí mucho mejor…




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