Clases de Higiene Bucal

Hoy desperté en clases de Higiene Bucal, en tiempos de escasés de pasta dental, agradezco la enseñanza de la Abuela Cleo y con agua oxigenada, higienizo mi boca, total, el fluor calcifica mi glándula pineal, y pienso en higienizar también mis palabras. Recuerdo a mi prima Fanny corrigiendo mi vocabulario en mi adolescencia. En este país es socialmente permitido decir groserías en todos los niveles, nuestro hablar diario está lleno de malas palabras, acostumbramos usar palabras insultantes para las “autoridades”, las nuestras y las del colectivo, es costumbre no saludar a los vecinos, evitar las miradas, hasta con afectuosas malas palabras hablamos a nuestros amigos, mucho más a nuestros “enemigos”, hacemos la guerra en cada momento.
Debemos cultivar las buenas costumbres de convivencia ciudadana, comenzar por tratar con respeto a TODOS. Podemos expresar nuestra verdad, sin ofender a nadie, así cultivaremos la paz, aunque pensemos diferente.
“Vamos, decí me, contáme, todo lo que a vos te está pasando ahora...”, pero con buenas palabras… Marilove.7/6/2017, barquisimeto.

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